"Con el crédito Construyendo Confianza estoy realizando los acabados de mi vivienda"

Epifania Salazar heredó de su abuela la habilidad en el tejido de sillas de madera. En su natal Hualhuas (Huancayo), un pueblo tradicional de tejedores y artesanos, observó y aprendió desde muy pequeña el gran trabajo que hacía su abuela para convertir esos esqueletos labrados de madera en artísticas sillas que son parte de la tradición del centro del país.

A sus 70 años de edad y tras haber educado a sus seis hijos con su arte, ahora vive en el distrito vecino de Cajas (a pocos minutos de Hualhuas), donde sus clientes la buscan porque conocen de la calidad de sus sillas.

En el patio de su casa Epifania teje, además de las sillas tradicionales de comedor, sillas de comer para bebés, sillones y hasta alfombras. Y mientras cuenta su historia de éxito ella va vistiendo una silla con ese cariño que entrelazan la tradición heredada y la destreza que dejan los años.

Cuando empezó no imaginó todo lo que podría lograr. Salía con una de sus hijas a ofrecer sus sillas, y poco a poco esos mismos clientes la fueron recomendando porque sus sillas eran duraderas y de buen material. Gracias a eso, ahora trabaja a pedido: media o una docena, y luego salen a repartir. “Si salimos seguido vendo 130 o 140 sillas a la semana; vendo bien porque las sillas duran años en comparación con otras”, señala.

Aunque con mucho esfuerzo ella fue levantando su casa, poco a poco, el ingreso de sus ventas no le alcanzaban para los acabados de su vivienda. Uno de sus hijos, Noé, le recomendó entonces trabajar con Financiera Confianza, y fue así como conoció a Karina Mallqui, su asesora.

Epifania accedió a un crédito de Construyendo Confianza, y así pudo continuar con los acabados de su casa, algo que devino en una mejor calidad de vida para ella, su hija y nieta que la acompañan ahora.

“Me siento cómoda y tranquila con Confianza. Accedí al Crédito Construyendo Confianza para poder empastar mi casa y está en proceso el acabado de las puertas y ventanas. Luego de eso me gustaría construir un piso más con otro préstamo que quiero solicitar”, añade Epifania, quien ahora exhibe contenta la silla que acaba de tejer en unos 15 minutos.